La letra con
la que escribimos es el reflejo de nuestro carácter, de nuestro comportamiento
y de nuestra capacidad intelectual. Por eso según la Grafóloga Clara Tahoces,
estudiando nuestra escritura ( forma, tamaño, inclinación de letra,
organización de lo escrito, dirección de las líneas, presión, velocidad,
conexión… ), un experto puede ayudarnos a conocer nuestros defectos y virtudes.
Y es que la grafología constituye uno de los test de personalidad más eficaces
que existen.
PODEMOS “
REESCRIBIR NUESTRO YO “ MÁS ÍNTIMO Y CAMBIAR
Aunque todos
aprendemos de niños, haciendo caligrafía, con el tiempo los rasgos de nuestra
letra adquieren características propias según nuestra forma de ser. Las
personas que no cambian esa letra de la infancia, una minoría, suelen ser
acomodaticias y hacen en la vida siempre lo que se espera de ellas.
Sin que
apenas lo percibamos, nuestra personalidad va cambiando y con ella nuestra
escritura. De ahí que, para expertos podamos utilizar la grafología para
mejorar aspectos de nuestra personalidad o comportamiento. “ Haciendo
determinados ejercicios dos veces al día ( a la misma hora, por la mañana y por
la noche ) y siendo muy constantes, podemos corregir lo que queramos. Por
ejemplo una débil voluntad se mejora haciendo hincapié en perfeccionar la barra
de la letra t “.
La
psicoterapia gráfica es muy efectiva en casos como la baja autoestima los
complejos, la timidez, el estrés , la ansiedad…
Para muchos
grafólogos, es posible observar en la escritura de una persona los rasgos
patológicos antes de que manifieste un trastorno. La grafología no cura, pero
puede ayudar a detectar anomalías. De hecho, si pedimos a una persona que haya
pasado por una enfermedad grave un texto escrito antes de ésta y otro una vez
lo ha superado, veremos lo distintas que son. Y es que el cerebro puede
reflejar la enfermedad antes de que se manifieste mediante irregularidades en
la escritura ( desproporciones en el
tamaño de las letras, en la presión sobre el papel, en los márgenes, rasgos
extravagantes….).
LA FIRMA
Mientras la
letra que utilizamos al escribir una tarjeta personal o una carta refleja más
la imagen social que queremos dar , nuestra rúbrica esconde la parte más íntima
de nuestra persona Analizándola se pueden descubrir muchas cosas de nuestro
pasado, los desengaños y las llamadas “ heridas del alma “.
Por ejemplo:
-Las
personas maltratadas en la infancia, física o psicológicamente, suelen tachar
con la rúbrica ( el garabato final ) toda o parte de la firma.
-Aquéllos de
carácter innoble o traicionero suelen tener una firma de texto ondulado,
ilegible o muy complicada.
-La firma
con letras muy grandes pertenece a una persona que se cree superior a los
demás, y si es ascendente refleja una personalidad anuladora y bastante
arrolladora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario