ÉTICA Y TAROT



POR MARINELA RAMÍREZ

Ética del trabajo del tarotista

Todo buen profesional, del área que sea, debe basar su trabajo en conductas éticas. Por razones obvias, lo deben hacer en especial quienes tienen que ver con lo interno del Ser, con el alma humana. Por ello, quien se prepara para el estudio del Tarot debe hacer un compromiso ético, ya que tendrá recursos para ver el mundo interior de las personas e intervenir en él mediante sus interpretaciones. Debe hacerlo limpio de corazón, con intención de servicio, de cumplimiento de misión y apoyo. Desde su formación, quien incursiona en el Tarot debe seguir líneas éticas de conducta.

Preparación permanente
Un profesional competente nunca dice: "Ya sé todo lo que necesitaba saber. Soy un experto". La ciencia y la tecnología se han desarrollado gracias a que quienes se dedican a ellas nunca se dan por satisfechos. Al contrario, cada respuesta suscita mil nuevas preguntas que claman solución. A ello sdebemos los inventos, la corrección de errores del pasado, el cambio de paradigmas para el progreso. Así, el tarotista se estanca cuando cesa de estudiar y prepararse. Si se abre al aprendizaje llegarán los sabios consejos de quienes van un poco "más adelante", ya sea un libro, un curso, una persona, un programa de T. V. ¡o una página web!

Conocimiento teórico y práctico
Es imprescindible el conocimiento del significado de las cartas y las combinaciones o "tiradas" y, a medida en que estos aspectos se manejan mejor, más se facilita la consulta. Pero eso tampoco no es suficiente. A la par dal dominio teórico del Tarot, se requiere una formación integral que comprende conocimientos de psicología, autoayuda, terapias holísticas, etc… Mientras mejor se prepare el tarotista más elevado será el nivel de su trabajo profesional.

Importancia del respeto mutuo
Hablar de respeto es hablar de cortesía, tolerancia y confianza. Si el tarotista y el consultante van en busca de respuestas en actitud armónica se produce un encuentro positivo, inspirado y de mucho crecimiento para ambos. Se da una conexión perfecta y su efecto es evolutivo para los dos "actores". Las normas de cortesía y educación hacen que ambos participantes se sientan satisfechos y agradados. Omite expresiones vulgares y soeces que envilecen la atmósfera y bajan el nivel vibratorio. Recuerda: el tarotista pone las reglas y el consultante se adapta a ellas de manera automática.

Concentrarse en la consulta
Momentos antes y durante una sesión, evita charlas banales que distraen y desvían el centro de interés. Dirige y orienta la conversación hacia temas pertinentes. Evita el parloteo superficial, el chisme y los relatos sobre temas colaterales que dispersan la energía y hacen perder la concentración.

Mantén una actitud relajada y perceptiva
Serénate, respira conscientemente, y mantén una actitud alerta durante cada sesión. Cuando consultas a solas, esta actitud te facilita la conexión interior. Si consultas a alguien que está presente, el estado de ánimo calmo y alerta te permite captar señales que, de otra manera, hubieran pasado desapercibidas. Mínimos gestos (una tenue sonrisa, un ceño apenas fruncido o una lágrima casi imperceptible) pueden ser señales claves que te faciliten el tránsito por este "laberinto" insondable del alma humana. Los mensajes no verbales a veces dan más información que las palabras. Por demás, la actitud relajada te conecta con tu voz interior y, con ello, captas mejor las verdades que el tarot sugiere.

Responsabilidad y sinceridad
Ser sincero es sinónimo de decir la verdad, tal como ésta se revela. No significa ser imprudente o cruel. Sinceridad y respeto es una combinación que te permite decir lo necesario sin perjudicar, sin emplazar u ofender. Los sicólogos llaman a esta forma de comunicación ser "asertivos". Es ético anunciar en consulta los acontecimientos que el tarot advierte, sean agradables o no. Esa información no te pertenece, eres sólo un "canal", un "traductor", por lo tanto no decides qué debes decir. Lo que sí decides es cómo hacerlo. Asume la responsabilidad acerca de cada palabra que digas y de cada consejo que des.

La intención
Antes de comenzar una consulta, evalúa cuál es la intención manifiesta y oculta de la pregunta. Si se esconde un sentimiento innoble, un deseo mezquino o destructivo, por más ingenua que parezca la pregunta, no te hagas partícipe. Antes bien, convence a la persona de no hacerla y, mejor aún, ayúdala a ver lo errado de su motivación. No permitas que el egoísmo o la maldad de otros guíe la sesión y empañe tu energía y la consulta misma. Una pregunta inspirada en fines poco dignos retrasa espiritualmente a quien consulta, al operador que lo permite y a tu Tarot como "práctica de luz" que debe ser.

Actitud no especulativa
Es necesario tomar en cuenta que todo servicio amerita una compensación en dinero o un bien útil. Por demás, en la consulta tú cedes energía y conocimiento a otra persona y es justo que recibas algo a cambio. Los gitanos llaman a este intercambio "pacto de videncia". Sin embargo, debes pedir por tu trabajo lo que él merece. No es ético especular, aprovecharse de la ignorancia o del dolor de las personas.

Finalmente, como síntesis de todo lo anterior, aplica la regla de oro:

Lee el tarot a otros como te gustaría que te lo leyeran a ti

No hay comentarios:

Publicar un comentario