jueves, 9 de enero de 2014

LOS NIÑOS ÍNDIGOS

 

 

 

¿A quién llamamos niños índigo?

Si hacemos un repaso a la historia, nos será fácil encontrar personajes con mentes privilegiadas, individuos mucho más evolucionados que sus contemporáneos: Jesucristo, Ludwig van Beethoven, Albert Einstein y muchos más.
Tiempo atrás podía haber unas pocas personas excepcionales, pero hoy en día vemos que cada vez hay más niños innovadores, intuitivos, con talento, capaces de recibir percepciones extrasensoriales y conectados con su esencia.
Son los denominados niños índigos. Se encuentran en un estado superior de la evolución humana y están llamados a romper los antiguos esquemas sociales.

 

Individuos más evolucionados

Este estado superior de la evolución humana se caracteriza por la conexión entre los dos hemisferios del cerebro a través del córtex. De esta manera, se activa el hemisferio derecho, que durante milenios ha sido operante.
Los niños índigos están alejados de la dimensión de la supervivencia, que trae consigo una competitividad mal entendida, el pasar por encima del otro para lograr el objetivo propio o unas relaciones de poder caducas. Son personas más avanzadas mental, ética y espiritualmente. Están llamados a liderar el cambio hacia una dimensión más altruista, solidaria y en la que todos sumamos para obtener el beneficio común.

 

Tipos de niños índigo

Existen diferentes tipos de niños índigos, aunque en este artículo destacaré solo tres.
  • Los índigo índigo tienen mucho empuje, son "guerreros y revolucionarios". Son los que dijeron "no" a lo antiguo. Aparecieron a principios del siglo XX y nacieron muchos más a partir de la segunda mitad del siglo pasado.
  • Los índigo cristal son de finales de los años noventa. Son niños sensibles, con talentos creativos y tienen integrados valores como la paz, el equilibrio y la unión.
  • Los índigo arco iris integran las dos corrientes: la fuerza y la sensibilidad. La mayoría de los niños que han nacido en este siglo son índigo arco iris y son los que están llamados a hacer el cambio en la humanidad.
Todos son personas íntegras y ya de pequeños distinguen claramente entre el bien y el mal. A menudo se sienten mal porque se encuentran en una sociedad anticuada para su nivel de evolución. Han venido en un acto de generalidad para hacer el cambio en el mundo.

 

Un desafío para los padres

Los padres tienen un desafío con la educación de los niños índigo. No se creen lo que los adultos les dicen en palabras porque van más allá y captan lo que el adulto siente.
Cuando los padres le dicen "quédate aquí quieto y te compraré un chocolate", ellos son capaces de interpretar "estoy molestando a mis padres y por eso quieren que me esté quieto". De pequeños no saben gestionar estas circunstancias y las reciben como impactos emocionales negativos. Tampoco soportan las imposiciones.
Nunca hacen las cosas porque sí. Solo desde el diálogo son capaces de aceptar lo que les piden las personas mayores, aunque ellos no estén de acuerdo y piensen que las ideas de sus padres son anticuadas. Tampoco aceptan las mentiras.

 

Un reto para el sistema educativo

Los niños índigo son también un reto para el sistema educativo. Los niños sensibles y cariñosos se sienten mal si el maestro grita. Teniendo tan arraigado el sentido de la justicia, tampoco saben encajar que el profesor castigue a toda la clase.
Salen a la defensa de los compañeros de clase cuando ven que alguien se mete con ellos. Les duele oír críticas hacia los demás puesto que son personas altruistas.
Todas estas circunstancias les provocan bloqueos. En el caso de los niños movidos, obligados a estar sentados durante horas en el pupitre, los bloqueos se pueden manifestar en forma de trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). En el caso de los niños calmados, se vuelven introvertidos y pueden desarrollar bloqueos de comunicación.

 

El necesario cambio de mentalidad en los educadores

Los educadores se encuentran con que los contenido impartidos ya no interesan a la mayoría de los alumnos. El reto del sistema educativo es enseñar a los niños a conectar con su esencia. Solo de esta manera desarrollarán su talento natural y serán capaces de reinventarlo todo.
Es importante separar los niños movidos de los calmados en aulas diferentes durante la primera infancia. Los grupos de estudiantes homogéneos permitirán que los alumnos desarrollen aquellas aptitudes que les son afines y refuercen su autoestima.
Los niños movidos inventarán nuevos juegos y serán felices haciendo construcciones. Los alumnos tranquilos podrán dar rienda suelta a su creatividad y destacar en actividades artísticas como la música o en pintura.
A partir de los 10 años, cuando su personalidad ya está reafirmada, es el momento de mezclarlos en una misma clase. Conectando con su esencia y desarrollando sus aptitudes afines, la persona puede mostrarse como realmente es y llevar una vida plena.
Es un primer paso imprescindible para avanzar hacia un mundo menos materialista, menos competitivo, más colaborativo, más altruista y más solidario.

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