domingo, 1 de junio de 2014

¿EXISTE EL DESTINO?,¿PODEMOS MODIFICARLO?

 

 

¿Qué es el destino?

 

Según la RAE, el Destino es el "Encadenamiento de los sucesos considerado como necesario y fatal"…

¿Es lo mismo que el Karma?

 

El primer pensamiento que me vino a la mente ante esta pregunta fue: "No, ¡claro que no es lo mismo!". Me preguntaba cómo se podían confundir estas dos palabras.
Sin embargo, indagando un poco, descubrí, sorprendida que, efectivamente, en nuestro entorno más cercano (en este mundo occidental de limitados esquemas mentales), éstos son dos vocablos que suelen usarse como sinónimos.
Por un lado, tenemos que Destino es el encadenamiento o el resultado de los sucesos. Mientras que, por el otro, la traducción de la palabra sánscrita "Karma" es "acción". Dónde se englobarían todas las acciones físicas, verbales y mentales que realizamos a lo largo de nuestra vida.

El Destino sería el resultado del Karma

 

Esto significa que todas las acciones físicas, verbales y mentales que realizamos en nuestra vida dan como resultado nuestro Destino.
Cosa que me lleva a la afirmación de que nosotros mismos creamos nuestro propio Destino o, dicho de otra manera, nuestro Destino está en nuestras propias manos.

¿Es definitivo o podemos modificarlo?

 

A mi parecer, el Destino nunca es definitivo. Es decir, creo realmente en que tenemos una gran fuerza de poder e influencia sobre éste: Pues ¡somos los protagonistas de nuestra película!
De hecho, una de las Leyes Naturales más conocidas es la de Causa - Efecto, la cual dice que todo acto o fenómeno tiene una causa productora, como a su vez produce también un efecto. Por ello, cualquier cosa que hagamos en nuestro día, por muy insignificante que creamos, tendrá su repercusión.

¿Por qué se relaciona el destino con accidentes o desgracias?

 

Cuando leí el significado que da nuestro diccionario a la palabra Destino, me pregunté: " y, ¿por qué fatal? ". No sé, la vi como una definición muy poco optimista. Es verdad, que muchas veces pasamos por cosas desagradables, a las que no les encontramos sentido en ese momento, llegándonos a preguntar: ¿qué he hecho yo, para merecer esto?, dónde, inconscientemente, estamos aceptando que lo que recibimos es fruto de una o varias acciones que hicimos en algún momento.
Sin embargo, estas "malas rachas ", por algo que hicimos, creo que deberían aceptarse como un aprendizaje más en la vida, que en la mayoría de los casos, serán la antesala de algo mucho mejor para nuestro futuro.

¿ Sabías qué… ?

 

La palabra Destino proviene del verbo latino Destinare, el cual se traduce cómo "hacer puntería". Un significado estupendo para poder explicar la relación que se establece entre Karma y Destino, con un ilustrativo ejemplo:
El arquero olímpico. Este deportista encargado de hacer puntería con su flecha en el centro de la diana.
Nosotros, en el momento de la competición, sólo vemos el resultado final, el cual podíamos equiparar con Destino.Sin embargo, detrás de ese resultado ha habido una serie de acciones, las cuales podríamos sustituir por Karma.

¿Cuál habría sido el Karma del arquero?

 

  • Su preparación mental. Ha aprendido a enfocar la mente en el momento de tensar el arco, a saber concentrarse en el centro de la diana.
  • Ha fortalecido sus brazos para poder sostener y tensar el arco con fuerza.
  • Ha entrenado para poder agudizar la vista, y saber dónde tiene que mirar en el momento de lanzar la flecha.
  • Ha seguido una dieta especializada para estar en buen estado físico y mental.
  • Ha aprendido a colocar una postura adecuada para hacer un buen tiro…
Y, algunas personas dirán, sí… pero ¿y el viento? Pues sí, el viento es algo sobre lo que no puede influir. Sin embargo, este arquero bien entrenado habrá aprendido técnicas para saber cómo tirar dependiendo de dónde proceda el viento o de la velocidad que éste traiga.
Es por ello, por lo que los triunfadores en la vida, son aquellos que se lo proponen, se entrenan duramente día a día y ponen en práctica sus conocimientos sin perder de vista ese punto amarillo situado en el centro de la diana.

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